Los retratos de López Mezquita: MANUEL DE FALLA MATHEU

Manuel de Falla nació el 23 de noviembre de 1876 en Cádiz.

Sus primeras lecciones de música las aprendió de su madre, que tocaba el piano. Se formó en solfeo y piano. A los 9 años comenzó con una profesora de música. Poco a poco, fue incorporando a su aprendizaje armonía y contrapunto, con Alejandro Odero y Enrique Broca. Su familia tenía una estrecha relación con Salvador Viniegra, que le permitió asistir con asiduidad a las veladas de música de cámara que celebraba en su casa, así como tener acceso a la biblioteca musical que Salvador poseía.

En 1896 comenzó sus estancias en Madrid, que se hicieron permanentes en 1897 cuando pasó a ser alumno del Real Conservatorio de Música. En este periodo, se formó con Tragó y finalizó sus estudios en 1899. En 1900 compuso su primera zarzuela, obra que nunca se estrenó y que acabó perdida. En 1902 estrenó la única zarzuela que llegó a teatros, Los amores de la Inés. Es en este año cuando conoce a Turina y Chueca.

Hacia 1907 vive en Francia, donde conoció a Dukas que le puso en contacto con Albéniz y Debussy. Con estas amistades, su círculo en París comenzó a incrementar y se relacionó con Joaquín Nin, Llobet, Fernández Arbós, Picasso, Granados, Ravel o Stravinski, entre otros. Durante los siguientes años viajó por Francia, Suiza e Italia, interpretando y trabajando en muchas de sus obras, como La vida breve o Con afectos de júbilo y gozo. El estallido de la Primera Guerra Mundial le obligó a regresar a España.

En 1914, con su regreso a Madrid, estrenó La vida breve en el Teatro de la Zarzuela. Su relación con el matrimonio Rodriguez Sierra, que había comenzado en París, se estrechó en este momento donde el trabajo de todos ellos se intensificó, con colaboraciones en obras como La Pasión o El pan de Ronda que sabe a verdad. En abril de 1915 se realizó el primer estreno en el Teatro Lara de la primera versión de El amor brujo. Residió un periodo en Barcelona, donde pasó algunos días con Santiago Rusiñol en Sitges, donde comenzó la preparación de la segunda versión de El amor brujo.

Con el fallecimiento de sus padres en 1919, decidió viajar a Granada, vinculandose estrechamente con la vida cultural de la ciudad, con personalidades como Fernando de los Ríos, Hermenegildo Lanz, Lorca o López Mezquita. Este periodo en Granada es, quizá, el más fructífero en su carrera profesional, con diferentes colaboraciones con autores como Lorca, Buñuel, Halffter, Jean-Aubry, Bacarisas,...

Además, estrenó en diferentes ciudades como Londres, Nueva York, Amsterdam, Zurich… y fue nombrado miembro de diferentes Academias, como la de Madrid, Granada, Estocolmo o la Hispanic Society de Nueva York, para la cual fue retratado oficialmente por López Mezquita en 1928.

Con la Guerra Civil y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, decidió marcharse a Argentina, donde continuó trabajando en composición e interpretación, aunque se vió obligado a recibir ayuda de amigos, ya que la situación de la guerra en Europa le impidió obtener beneficios de los derechos de autor. 

Falla falleció en Argentina el 14 de noviembre de 1946.