Existen algunos museos tremendamente escondidos por la geografía española que nos embarcan a un viaje fascinante. Lo mejor, a veces, es cuando el propio edificio del museo es la principal escultura de dicho museo.
La obra de Ángel Mateos se puede rastrear por muchísimos lugares de España, centrada especialmente en Castilla y León, ha sido uno de los escultores más relevantes del panorama nacional desde sus inicios en el arte en los años 50.
Como muchos autores, siente predilección por un único material, en este caso, el hormigón, al que le confiere una plasticidad no ajena a otros autores pero que, sin embargo, es capaz de conferirle un lenguaje único con el que crear un universo de esculturas.
El museo, localizado en la pequeña localidad de Doñinos de Salamanca -a escasos minutos de Salamanca- organiza su exposición en tres salas a través de las cuales poder conocer la evolución del autor. La primera sala nos transporta a los años 70, durante la primera etapa de arte abstracto de Ángel Mateos, cuya evolución proviene de la exposición localizada en la sala 3. En la segunda sala, se puede visitar la última etapa de trabajo del escultor, mientras que la sala 3 es la dedicada a los años 60 y a la evolución tan orgánica que sufrio su obra, desde la obra figurativa hacia el abstraccionismo.
Merece la pena conocer la obra y vida de Ángel Mateos y aprovechar su cercanía a la capital para realizar una actividad muy diferente a las que ofrece Salamanca, en un entorno privilegiado.
De abril a octubre
Sábados de 18:30 a 21.
Domingos de 11:30 a 14.
De noviembre a marzo, con cita previa.
Avda. Juan Carlos I 98, Doñinos de Salamanca (Salamanca)
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