Explorando museos: MUSEOS DEL METRO DE MADRID

Los suburbanos de muchas ciudades se terminan convirtiendo en una señal de identidad de dicha ciudad. Los vagones azules, rojos y blancos del metro de Londres y sus inconfundibles mensajes o las bocas de metro art decó del metro de París son elementos tan reconocibles como algunos de sus monumentos más emblemáticos. 



En el caso del metro de Madrid, son varios los elementos a destacar, desde su icónico logotipo sobre cada boca de metro con el indicativo de la estación a la que corresponde, hasta el reinstaurado templete de Antonio Palacios de Gran Vía o el totem de Cuatro Caminos, que permitía localizar con facilidad por las calles las bocas de metro.

Pero una de las grandes aportaciones que hace el metro de Madrid a la ciudad son sus museos. Parece increíble, pero a día de hoy, ya son 5 los espacios expositivos que tiene el metro dedicado -en su gran mayoría- a la historia de este transporte y la empresa, con excepciones dedicadas a la arqueología de la ciudad.

Además de estos cinco espacios, múltiples estaciones de la red contienen posters, fotografías o elementos divulgativos sobre el metro, la ciudad, el entorno de esa estación en concreto, algún museo cercano, la persona a quien está dedicada la estación u objetos encontrados en las remodelaciones -como sucedió con la última intervención en Gran vía-, así como el Centro Paleontológico de Carpetana, entre otras muchas cosas que podemos encontrar, conocer y disfrutar del metro de Madrid.

La construcción de este espacio se realizó entre 1922 y 1923, por el arquitecto Antonio Palacios. Fue el primer generador de la red de Metro e, incluso, durante la Guerra Civil proporcionó energía a la ciudad. En su momento, era el generador de mayor potencia de todo el país, pero quedó obsoleto en los años 50 y finalmente, se cerró en 1972 hasta su restauración de 2008 como museo. Se localiza en la C/ Valderribas 49, cercano a la boca de metro de Pacífico y se pueden visitar los 3 motores diesel de gran calibre que generaban la energía, así como otra maquinaria. 

La famosa estación fantasma del Metro de Madrid formaba parte de la primera línea de la red, que transcurría desde Cuatro Caminos hasta Sol, inaugurada en 1919. En los años 60 se decidió aumentar la longitud de los andenes para dar cabida a vagones más largos, y esto provocó el cierre defintivo de esta estación en 1966, convirtiéndose en una estación sólo visible al pasar por ella cuando se viajaba en metro. En 2008, fue restaurada y convertida en el museo Anden 0, conservando todos los detalles orginales de la estación que Antonio Palacios había creado para Metro de Madrid, así como cartelería y publicidad de la época. Es una auténtica máquina del tiempo situada en la Plaza de Chamberí. 

En uno de los andenes de la estación de metro de Chamartín se pueden visitar algunos de los vagones que recorrieron la red entre 1919 y 1965, totalmente restaurados, es una muestra de vagones y otros elementos de la red -bancos de espera o cartelería entre más de 100 objetos- que permite conocer el proceso de evolución del metro desde sus orígenes y conocer incluso, como se movían nuestros antepasados por las tripas de la ciudad. A esta estación se puede llegar por las líneas 1 y 10.

Una fuente del siglo XVI es la protagonista de este museo, un espacio dedicado a la ingeniería hidráulica de la zona, desde la fuente que con sus seis caños abastecía de agua a la población hasta el alcantarillado que evacuaba las aguas en la vecina Cuesta de San Vicente, así como el acueducto que transportaba el agua que abasteció al Palacio Real desde esta época hasta prácticamente el siglo XX. Un espacio que fue remodelado en 2011, cuando se encontraron estos restos arqueológicos y reintegrados en la estación como museo. Se puede acceder hasta esta estación por las líneas 2, 5 y el Ramal.

El vestíbulo principal de esta estación fue inaugurado en el año 1923, siendo también obra de Antonio Palacios. En los años 60, y con la ampliación de andenes y vagones que provocó el cierre de la estación de Chamberí, se clausuró este acceso principal y se añadieron otros accesos. La restauración de este vestíbulo ha permitido que vuelva a abrirse al público para disfrutar de sus pasillos y elementos orginales, como la azulejería blanca -muy usada en la época en diferentes suburbanos del mundo ya que se creía que aliviaba la sensación de claustrofobia al estar bajo tierra- o las cúpulas de los techos para abrir espacios amplios. Se puede llegar a través de las lineas 1 y 6 pero se accede por la calle Sánchez Barcaiztegui nº2. 



El vestíbulo de Pacífico sólo abre los sábados.
Las visitas a la Estación de Chamberí y a Chamartin son exclusivamente guiadas.
Hay que reservar para todos los museos en la web de Museos de Metro.



MUSEOS DE METRO DE MADRID
        Viernes de 16 a 20.
        Sábados de 10 a 14 y de 16 a 20.
        Domingos de 10 a 14.


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