Hedda Gabler
Una obra con un montaje sencillo, moderno y rompedor en algunos casos, donde muchos de los actores no abandonan el escenario aunque su personaje si lo haya hecho y con la presencia de un piano como parte exclusiva de un escaso atrezzo y un pianista que, sin formar parte dinámica de la obra, forma parte de la propia protagonista de la obra, una especie de conciencia traumática que empujará a la protagonista a ser quien es en la obra.
Creo que es la primera obra de Ibsen que veo en el teatro y solo unos pocos textos seleccionados he leído alguna vez de pasada. He de reconocer que la obra me ha impactado, la naturaleza salvaje y casi inmoral de la protagonista cautiva (con una actuación brillante por parte de Cayetana Guillén Cuervo en esta versión) hace replantear algunos aspectos de la sociedad de la época de Ibsen y muchos otros, que se convierten en elementos repetidos prácticamente en todas las sociedades.
Una maravilla.
Comentarios
Publicar un comentario