Anish Kapoor y la incomprensión del arte

Anish Kapoor (Bombay, 1954) es a día de hoy, uno de los más influyentes artistas de los últimos tiempos y, personalmente, uno de los representantes del arte actual más importante que existe y de los que más admiro. Anish Kapoor ha centrado su arte en la escultura, mezclada con el espectáculo de performance como su obra Shooting into the corner (donde un cañón disparaba balas de cera y vaselina de color rojo contra las paredes del museo impregnándolas) o convirtiendo sus esculturas en verdaderos edificios como ArcelorMittal Orbit (una escultura-observatorio construida para la Ciudad Olímpica de Londres 2012).

Conocí su obra hace unos años en la Royal Academy de Londres, con una impresionante exposición que aglutinaba diferentes obras de su recorrido artístico. En esa exposición descubrí que en realidad, ya conocía algunas de las obras de Kapoor aunque no conocía su autoría. Fue en aquella época cuando, poco a poco, fui interesándome mucho más por el arte conceptual, la idea frente a la obra y las implicaciones personales que arrastran a muchos autores a crear aquello que nos presentan al público, y he luchado muchas veces por tratar de hacer entender que, para entender el arte más actual, es necesario tener una base mínima sobre algunos fundamentos. En mis clases de arte siempre he expresado que aunque el arte se construye bajo las mismas reglas de juego, no pueden aplicarse de la misma forma para entenderlo. Tal vez, y aquí reconozco mi error, me puede más mi pasión que la lógica.


Está claro que el arte es incomprendido (aunque la palabra que en realidad debería ser ignorante, pero no el arte, sino sus espectadores); lo fue Duchamp hace más de 100 años, lo fue Picasso hace 50 y, a día de hoy, lo es Anish Kapoor. Ayer miércoles, su escultura Dirty Corner, fue vandalizada con pintura roja y amarilla en la exposición que se está desarrollando en los jardines del Palacio de Versalles. (Más datos en el enlace). La obra fue calificada por el propio autor como la "vagina de la reina", y este fue el detonante que llevó al ataque de la obra. ¿Acaso una vagina es de por sí un elemento exclusivamente sexual? Existen muchas posibles interpretaciones sobre qué quería decir exactamente el autor.


No sólo me molesta el vandalismo por parte de un grupo de conservadores, pues demuestran que están en contra de la vanguardia, sino que lo peor es que existe una necesidad de sexualidad el arte moderno, recreándonos en el tópico de que el sexo (y sus variantes) son un tabú, pero la historia del arte está plagada de obras de arte cargadas de erotismo que son veneradas y respetadas, precisamente por ser un arte realista y fácil para el espectador (valga de ejemplo La Maja Desnuda de Goya, una obra de la que nadie negará su importancia y sin embargo no nos recreamos en su sexualidad, sino en su belleza, pero fue realizada en un momento histórico en el que el erotismo plagaba las obras de media Europa). Cierto es que se me podrá acusar de que, en su momento, pudo o debió ser objeto de las mismas críticas, aunque dudo que en el caso del ejemplo, fuese así. Goya era bastante reconocido cuando hizo ese cuadro, así como lo es Anish Kapoor a día de hoy, pero siempre existirá en la sociedad quienes luchen por evitar el avance, la modernidad, la vanguardia y el desarrollo en cualquiera de las facetas de nuestra sociedad.


Esta es la triste realidad del arte (y no sólo del arte).
Nos queda algo positivo, la obra no ha sufrido daños.


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