Héroes, Dioses y Atletas, segunda parte

Recientemente publiqué una entrada en relación a la exposición que organizaba el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, centrada en la figura del desnudo, de los dioses y los atletas griegos (que podéis ver aquí). Pues bien, el pasado fin de semana, decidí acercarme hasta allí para visitar la exposición.


He de reconocer que me encantó poder ver algunas de las replicas traídas del Museo De Escultura de Valladolid de figuras tan impresionantes como Afrodita de Cnido de Praxíteles o la Venus de Milo, claro que me encantaría ver las originales de estas esculturas. Pero de los originales que han traído, me he quedado muy sorprendido por su belleza y su poder hipnótico, demostrando los escultores que no trabajan con piedra, sino con vida.






El Kouros de Proion, una obra de finales del siglo VI a. C. , fue hallada en el Santuario de Apolo en Beocia (región central de la actual Grecia). El kuros es una representación masculina de los atletas, del periodo arcaico y que guardan gran relación con la escultura egipcia de la misma época (figuras frontales, estáticas, simétricas y sin expresividad) pero que sin embargo, mantienen en el caso de las obras griegas una calidad armónica en su anatomía digna de los dioses.
Policleto, uno de los grandes autores griegos del periodo clásico realiza representaciones de atletas en el proceso previo a realizar su actividad deportiva, una representación que muestra la tensión previa a la disciplina con una mezcla de templanza y serenidad. En este caso el original no está presente en la exposición pero existe esta copia en mármol de periodo romano (como sucede con la mayoría de las esculturas de Grecia, que son copias romanas)
Este Dioniso, fechado en torno al 190 d. C., es una copia romana de un original griego, que representa al dios del vino como un adolescente, imberbe y coronado de vides y pámpanos. La riqueza de esta pequeña escultura radica en la posición torsionada de su cuerpo, que genera una leve sensación de movimiento pero, sobre todo, una actitud más realista del personaje en sí.















Por último, un detalle romántico de la exposición. El regalo perfecto para el visitante curioso que se deja sorprender en el último minuto. En la época de Goya, comenzaban las escuelas de Bellas Artes a sufragar gastos a los artistas para realizar viajes de estudio a Italia donde se pusieran en contacto con los autores renacentístas y, sobre todo, con la antigüedad grecolatina. Del mismo Goya, tenemos este Cuaderno Romano, lleno de bocetos y miniaturas de obras de arte de la mano del zaragozano, que nos permite a día de hoy, ampliar el conocimiento de este autor, que no solo se esconde en los grandes lienzos de los museos del mundo.






Es una exposición pequeña, que tiene un recorrido obligatorio, y que nos traslada a hace 2500 años y nos permite entender, de una manera visual y diferente, como eran aquellos antepasados nuestros a los que tanto, tantísimo, debemos desde nuestros días. Una maravilla.



Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares

Plaza de las Bernardas s/n

Comentarios

Entradas populares