Héroes, Dioses y Atletas

La civilización griega no dejó que su vida diaria y sociedad estuviera marcada por los dioses y sus rituales o por sus sacerdotes y la política de éstos, como si sucedió en la cultura egipcia o en las culturas mesopotámicas. De hecho, los dioses griegos eran bastante humanos padeciendo los mismos problemas que nosotros y cometiendo, a menudo, los errores que a día de hoy, consideramos que nos hacen muy humanos. 

Los dioses eran seres próximos, que podían bajar a la tierra y pasearse por ella, entablar relaciones con los humanos, a veces de igual a igual, sentían miedo, temor, ira, celos y amor y se dejaban llevar por sus pasiones.

Estas pasiones a menudo terminaban en el nacimiento de seres mitad dioses, mitad hombres, quienes eran conocidos como héroes, pues llevarían a cabo hazañas heroicas tal y como los oráculos les vaticinaban.

Estos seres mitológicos trataban de ser imitados por algunos humanos, quienes soñaban con acariciar la grandeza de las leyendas en sus vidas, y eran los atletas quienes, capaces de llevar a cabo proezas de gran calado, quedaban lejos de lograr esas maravillas.

Eso sí, los dioses eran seres de belleza sin parangón, de anatomías perfectas y eterna juventud, tal y como parecían ser sus hijos, los héroes y los atletas, quienes a querían ser como ellos.

Un interesante recorrido sobre este tema nos lo presenta el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, una de las pequeñas joyas museísticas de la Comunidad de Madrid, que tiene desde el pasado 12 de Marzo una exposición sobre este tema a lo largo de la Historia del Arte, una buena exposición y una gran excusa para visitar y pasar el día familiar en Alcalá.